Joven encontró en proyecto Misión Caleb esperanza para su barrio
Por Renan 18/03/2020 - 11h05
Los jóvenes adventistas decidieron ir puerta a puerta para explicar a los vecinos quiénes son y llevarles esperanza con diversas acciones.
Por Raúl Salamanca Muñoz16 de marzo de 2020
Rodrigo Sandoval. (Foto: Raúl Salamanca)
Rodrigo Sandoval, es un estudiante universitario que vive en el sector Las Salinas de Talcahuano, Chile. El mismo lugar en que jóvenes del distrito Talcahuano Poniente llegaron a realizar el proyecto adventista Misión Caleb durante las últimas dos semanas de febrero.
El contacto con los jóvenes adventistas
Los ‘Caleb’ llegaron al lugar con el propósito de crear un Club de Conquistadores y apoyar al grupo adventista Las Salinas. Por esta razón decidieron formar una Escuela Cristiana de Vacaciones para niños en la sede social de la población Santa Clara y realizar algunos trabajos de ayuda social en la misma población.
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Para entrar en contacto con las personas del sector, los jóvenes adventistas decidieron ir puerta a puerta para explicar a los vecinos quiénes son y a la vez invitarlos a las reuniones.
Rodrigo junto a un grupo de voluntarios ‘Caleb’ con el pastor Franco Rivas. En la foto el pastor se encuentra en la parte inferior izquierda. (Foto: Raúl Salamanca)
Fue en esta actividad que encontraron a Rodrigo. Llegaron hasta su casa y al recibir un trato amistoso, él mismo accedió a la visita. Horas después se puso la polera Misión Caleb y decidió incorporarse a las actividades que los jóvenes adventistas estaban realizando a sus vecinos.
“Yo tenía una afinidad con los trabajos voluntarios por la obra que se puede hacer en beneficio de la gente de mi barrio. Entonces, como estaban cerca y sabiendo que organizaban estas actividades, de las charlas y del trabajo que estaban haciendo a la comunidad, me integré a ellos”, explicó Rodrigo.
Las actividades sociales del grupo
Fueron jóvenes del mismo grupo quienes con brocha en mano y unos tarros de pintura cambiaron la cara de algunas fachadas. Se distribuyeron por la población para pintar paredes y en su paso pintaron el frontis de la sede social, las casas de unos vecinos e incluso pintaron un enorme murallón de una abandonada y destruida empresa para mejorar su aspecto.
Yolanda Scárate cuenta como fue atendida por jóvenes adventistas
En esos días también se encontraron con Yolanda Scárate, mujer de la tercera edad que vive sola. Ella, inició una entrañable amistad con los jóvenes tras el operativo de limpieza que hicieron en el patio de su casa. Algo que por ella misma nunca hubiese podido hacer.
“Estoy muy agradecida a ellos porque nadie en el barrio me dijo si necesitaba ayuda. Pero, ellos vinieron con mucha amabilidad a ayudarme… No los voy a olvidar nunca”, fueron las palabras de la agradecida señora Yolanda.
Amistad y contacto que permanecerá
Las actividades de Misión Caleb dejó “huellas” en Santa Clara. Los jóvenes ya crearon un Club de Conquistadores completamente organizado; con el liderazgo de los mismos voluntarios que ya pertenecían a otros clubes y que estuvieron dispuestos a comenzar desde cero en el nuevo proyecto.
Pero no solamente esto. Para mantener la llama en el sector, han creado un “GPS” o un Grupo Pequeño de Salvación de jóvenes, que se reúnen de manera permanente y con Rodrigo para orar, estudiar la Biblia y fortalecerse espiritualmente.
“Me siento muy feliz porque se logró el primer objetivo que tenemos como distritito para este año: unir a los jóvenes del distrito. Este Caleb provocó un ambiente entre los jóvenes muy bueno. Se creó un clima de unidad, donde están todos comprometidos con la misión”, afirmó el pastor Franco Rivas, pastor distrital de Talcahuano Poniente.
Jóvenes voluntarios Caleb del Distrito Talcahuano Poniente.(Foto: Raúl Salamanca)